lunes, 28 de agosto de 2017

Métodos de autoayuda frente al estrés

Estilos de vida saludable mejoran la ansiedad
No todo el que tiene grandes preocupaciones sufre un trastorno de ansiedad. Puede ser angustia debida a un horario excesivamente exigente, a la falta de ejercicio o sueño, a la presión en el hogar o trabajo, o incluso simplemente al abuso de estimulantes como el café.

La conclusión es que si uno lleva un estilo de vida estresante y poco saludable, es más probable sentirse ansioso,aunque uno no tenga realmente un trastorno de ansiedad.

De esta forma, si sientes que te preocupas demasiado o que tienes estrés o miedos frecuentes, debes preocuparte en primer lugar de evaluar qué tan bien estás cuidando de ti mismo. Plantéate las siguientes cuestiones:

  • ¿Dedicas tiempo a descanso y diversión todos los días?
  • ¿Tienes en tu vida el apoyo emocional que necesitas?
  • ¿Cuidas tu cuerpo?
  • ¿Estás desbordado o al menos sobrecargado de responsabilidades?
  • ¿Pides ayuda cuando lo necesitas?

He aquí algunos tips que pueden ayudarte a controlar el estrés y la ansiedad. Se trata de simples mejoras en tus hábitos de vida, que pueden mejorar los niveles medios de estrés:

  • Si tus niveles de estrés están por las nubes, tienes que pensar en como recuperar el equilibrio en tu vida . Es posible que sea necesario renunciar o rechazar responsabilidades, o delegarlas en otros.

  • Igualmente si te sientes aislado es posible que necesites encontrar alguien de confianza para conversar. Hablar de aquello que nos preocupa puede hacerlo parecer menos atemorizante. Es importante conectar con los demás, evitar la soledad y el aislamiento que son caldo de cultivo para el florecimiento de la ansiedad. Trata de disminuir tu vulnerabilidad compartiendo con otros. Para ello es importante para ver amigos, unirse a un grupo de autoayuda o apoyo, o compartir tus inquietudes y preocupaciones con algún ser querido, familiar o amigo de tu máxima confianza.

  • Es muy positivo practicar técnicas de relajación. Cuando se practican regularmente técnicas de relajación como la meditación de atención plena, la relajación muscular progresiva y la respiración profunda se pueden reducir los síntomas de ansiedad y aumentar sentimientos de relajación y bienestar emocional.

  • Practica ejercicio con regularidad. El ejercicio es un antiestrés natural y un poderoso calmante de la ansiedad . Para obtener el máximo beneficio, márcate un objetivo de al menos 30 minutos de ejercicio aeróbico casi todos los días.
   
  • Intenta dormir lo suficiente. La falta de sueño puede exacerbar los pensamientos y sentimientos de ansiedad, así que trata de dormir de siete a nueve horas de calidad cada noche. La adopción de hábitos de sueño inteligente puede marcar la diferencia en la lucha contra la ansiedad, especialmente en aquellas personas que tienen dificultades para conciliar el sueño.

  • El consumo inteligente de cafeína y alcoholes fundamental, ya que se trata de sustancias estimulantes que pueden disparar nuestros niveles de estrés y ansiedad . Por ello es muy recomendable reducir el consumo de estas sustancias. Para algunas personas puede ser lo más sensato dejar de tomarlas absolutamente; pero esto último puede hacer que la abstinencia nos genere también ansiedad, por lo que para otras personas lo mejor sea lograr un punto de equilibrio.

  • Entrena tu cerebro en mantener la calma. Al fin y al cabo, la preocupación permanente no es más que un hábito mental que todos podemos aprender cómo romper, sustituyendolo por un hábito más calmado . Hay estrategias como la creación de un período de preocupación, en el cual desafiamos pensamientos ansiosos y aprendemos a aceptar la incertidumbre pueden, reducir significativamente la ansiedad y miedo en el resto de periodos.
  • En general, procura llevar un estilo de vida saludable. La salud del cuerpo ayuda a la salud de la mente.

Por último, si tienes un trastorno de ansiedad, y más si es severo, es posible que todo lo anterior no sea suficiente. En ese caso lo mejor es que busques ayuda profesional, ya sea el método para combatir la ansiedad que te proponemos o consultas privadas con un psicólogo.

lunes, 21 de agosto de 2017

Tipos de trastornos de ansiedad

tipos de trastornos de ansiedad
Hay seis tipos principales de trastornos de ansiedad, cada uno con su propio perfil de síntoma distinto:
   
  • Trastorno de ansiedad generalizada
  • Ataques de ansiedad (trastorno de pánico)
  • Trastorno obsesivo compulsivo
  • Fobia,
  • Trastorno de ansiedad social
  • Trastorno de estrés postraumático.

Veámoslos uno a uno:

Trastorno de ansiedad generalizada


Si usted sufre de constantes preocupaciones y temores que le distraen de sus actividades cotidianas, o está preocupado por un persistente sentimiento de que algo malo va a pasar, usted puede estar sufriendo de trastorno de ansiedad generalizada (TAG). Las personas con TAG son "quejicas" crónicos, sienten ansiedad casi todo el tiempo, aunque puede no sepan por qué. En los casos de Ansiedad Generalizada a menudo se muestran diversos síntomas físicos como insomnio, inquietud, malestar estomacal y fatiga.


Ataques de ansiedad (trastorno de pánico)


Un trastorno de pánico se caracteriza por ataques de pánico repetidos, inesperados, así como por el miedo de sufrir otro episodio. Un trastorno de pánico también puede estar acompañado de agorafobia, que es el miedo de estar en lugares donde escapar o conseguir ayuda sería difícil en el caso de un ataque de pánico o de claustrofobia. Las personas afectadas por este trastorno suelen evitar los lugares públicos como centros comerciales, o aquellos confinados a pequeños espacios sin movilidad, tales como un avión.


Trastorno obsesivo compulsivo


El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se caracteriza por pensamientos no deseados o los comportamientos que parecen imposibles de parar o controlar. Si tiene TOC, puede se turbe por obsesiones, como la preocupación recurrente de que Olvidaste apagar el horno o que podría herir a alguien. También pueden sufrir de compulsiones incontrolables, como lavarse las manos una y otra vez, o apagar y encender las luces repetidamente.


Fobia


Una fobia es un miedo irreal o exagerado de un objeto específico, actividad o situación que en realidad no presenta poco o ningún peligro. Las fobias más comunes incluyen el miedo a animales (como serpientes y arañas), el miedo a volar y el miedo a las alturas. En el caso de una fobia severa, es posible ir hasta extremos insospechados para evitar aquello que más temor provoca. Un detalle importante a tener en cuenta en los casos de fobia es que, desafortunadamente, la evitación sólo refuerza la fobia, cuanto más evitamos el contacto con lo que tememos, más grande se hace el monstruo en nuestra mente; por lo que solo la exposición controlada al miedo nos permite superarlo.

Trastorno de ansiedad social


Quien tiene un debilitante y no siempre justificado miedo a ser visto negativamente por los demás y a sentirse humillado públicamente, puede tener un trastorno de ansiedad social, también conocido como fobia social. Este trastorno de ansiedad social suele percibirse por os demás como timidez extrema. En casos severos, los afectados tienden a evitar cualquier tipo de interacción social.

Trastorno de estrés postraumático


El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un desorden de ansiedad extrema que puede producirse tras un evento traumático o peligroso para la vida, como un accidente, una catástrofe natural, un robo con volencia o cualquier otro suceso que pueda percibirse como traumático. El TEPT puede ser considerado como un ataque de pánico que raramente se permite, pero que en situaciones suficientemente justificadas aflora en todo su ser. Los síntomas del TEPT incluyen flashbacks o pesadillas sobre lo ocurrido, hipervigilancia, miedos frecuentes, aislamiento social y conductas de evitación de situaciones que le recuerdan el evento traumático.

lunes, 14 de agosto de 2017

Los ataques de ansiedad y sus síntomas

ataques y crisis de ansiedad
Los ataques de ansiedad, también conocidos como ataques de pánico, son episodios de intenso pánico o temor. Estos ataques de ansiedad suelen aparecer de repente y sin previo aviso y muchas veces sin causa aparente. A veces hay un disparador obvio del miedo -quedar atrapado en un ascensor, por ejemplo, o pensando en el gran discurso que tiene que dar- pero en otros casos, los ataques vienen de la nada.

Los ataques de ansiedad generalmente alcanzan su máximo en 10 minutos, y en raras ocasiones duran más de 30 minutos. Pero durante ese corto tiempo, el terror puede ser tan severo que te sientes como si estás a punto de morir o perder totalmente el control. Los síntomas físicos de ansiedad son tan aterradores que algunos incluso creen que están teniendo un ataque al corazón. Además, una vez has sufrido un ataque de ansiedad, puedes sufrir una preocupación constante por tener otro, particularmente en un lugar público donde la ayuda no está disponible o no se pueda escapar fácilmente, por lo que los ataques de ansiedad y el temor a os mismos se vuelven a su vez en una nueva fuente de ansiedad, aumentando así la bola de nieve.


Los síntomas de ataques de ansiedad incluyen:

  • Oleada de pánico de abrumadora
  • Sensación de perder el control o volverme loco
  • Palpitaciones o dolor en el pecho
  • Sentir que te vas a desmayar
  • Dificultad para respirar o sensación de ahogamiento
  • Hiperventilación
  • Calores o escalofríos
  • Temblor o estremecimiento
  • Náusea o estómago calambres
  • Sentirse separado o irreal

Es posible que tengas la tentación de empezar a evitar ciertas situaciones que te provocan crisis de ansiedad. O igualmente que no vayas a lugares porque tienes miedo de tener un ataque de pánico. Hay que recordar que muchas veces la ansiedad cursa con agorafobia (miedo a los espacios abiertos) o claustrofobia (miedo  a los espacios cerrados) y que dejes de acudir a sitios como un centro comercial, un rascacielos o un avión para evitar sufrir un ataque. Esto estaría mermando enormemente tu calidad de vida.

La buena noticia es que los ataques de pánico son altamente tratables. De hecho, muchas personas para muchas personas el pánico desaparece dentro con sólo 5 a 8 sesiones de tratamiento.

Por ello, cuando empieces a sentir los síntomas arriba explicados, lo mejor es que te pongas en contacto con un psicólogo o profesional de la psicología que pueda ayudarte a detener los síntomas de los ataques de ansiedad antes de que estos vayan a más

viernes, 11 de agosto de 2017

Ansiedad y depresión: trastornos vinculados

trastorno ansiedad y depresion
Muchas personas con trastornos de ansiedad también sufren de depresión en algún momento de sus vidas. La ansiedad y la depresión se creen que provienen de la misma vulnerabilidad biológica, que puede explicar por qué tan a menudo van mano en mano. Puesto que la depresión empeora la ansiedad y viceversa, es muy importante buscar tratamiento de manera simultánea para ambas condiciones.

La depresión consiste, en palabras llanas y de una forma poco rigurosa, en una tristeza extrema, falta de ilusión , de motivación, en una apatía y desligación emocional del mundo real que puede llevar incluso al aislamiento y a una extrema negatividad. Y todo ello puede aparecer sin una causa aparente que lo justifique, y también como reacción excesiva a un acontecimiento o causa desencadenante.

Cuando la depresión se mantiene en el tiempo llega a hacernos ser una persona diferente, te hace sentir diferente, te hace pensar diferente e incluso ver el mundo de manera diferente.

En este punto, puedes esperarte que tu mente tenga algún mecanismo para sortear este problema y comenzar a apoyarte. Sin embargo, no es así. En el momento en que más lo necesitas tu mente , en vez de defenderse, comienza a trabajar en tu contra: Construye el caldo de cultivo ideal para la depresión, buscando cualquier justificación (a menudo muy dudosa) que la respalde; y ahí es cuando empieza a aparecer la ansiedad. No olvidemos que la depresión atrae la negatividad. Es un imán para cualquier otro sentimiento negativo, tirando viejos recuerdos penosos subyacentes en nuestra memoria, atrayéndolos de nuevo de nuevo al centro de atención y haciendo que nos sintamos angustiados por dichos recuerdos, lo que abre la puerta a la aparición de la ansiedad.

Es bastante habitual que la depresión curse paralela con cuadros de ansiedad, más o menos recurrente, así como que el trastorno de ansiedad haga caer por hartazgo o desesperación a la persona en depresión.

Ambos trastornos deben ser diagnosticados por un psicólogo o por un profesional de la salud mental; y ambos pueden tratarse mediante la psicoterapia sin pastillas ni medicamentos, siendo esta la forma más sana y natural de superarlos. Esto es especialmente importante ya que la depresión tiene un efecto desesperanzador, la depresión te roba la esperanza. Te engaña pensando que las cosas nunca mejorarán, por lo que trata de anular tu capacidad para superar esta situación. De ahí la importancia de la ayuda externa para superar ambos trastornos, el de depresión y el de ansiedad.

martes, 8 de agosto de 2017

Síntomas físicos y emocionales de trastornos de ansiedad

sintomas fisicos y emocionales de la ansiedad
Debido a que los trastornos de ansiedad son un grupo de afecciones relacionadas, y no, como muchos piensan, un desorden único, los síntomas pueden parecer muy diferentes de una persona a otra. Unos pueden sufrir de ataques de ansgustia intensa sin previo aviso ni motivo aparente, mientras que otros pueden por ejemplo sentir pánico ante la idea de mezclarse con otras personas en una fiesta. Alguien puede luchar con un miedo incapacitante ante conducción de vehículos o verse asaltado por pensamientos intrusivos incontrolables. Pero otros pueden vivir en un constante estado de tensión, preocupados por todo lo que les rodea y al mismo tiempo por nada en concreto.

Sin embargo, a pesar de sus diferentes formas, todos los trastornos de ansiedad comparten un síntoma principal: el miedo persistente o grave o preocupación en situaciones donde la mayoría de las personas no siente amenazada.


Síntomas emocionales de ansiedad:


Además de los síntomas primarios de miedo excesivo e irracional y la preocupación, otros síntomas emocionales de ansiedad incluyen:

  • Sentimientos de aprehensión o de miedo
  • Dificultad para concentrarse
  • Sentirse tenso y nervioso
  • Anticipar lo peor
  • Irritabilidad
  • Inquietud
  • Observación de signos de peligro
  • Experimentar como la mente se queda en blanco, sin respuestas aprendidas en el pasado a determinados estímulos.

Síntomas físicos de ansiedad


La ansiedad es más que un sentimiento. Como producto de la respuesta de lucha o huida del cuerpo, ansiedad consiste en una amplia gama de síntomas físicos. Debido a los numerosos síntomas físicos, enfermos de ansiedad a menudo confunden su trastorno de una enfermedad médica. Pueden visitar a muchos médicos y realizar numerosos viajes en el hospital antes de que se descubriera su trastorno de ansiedad.

Estos síntomas físicos de la ansiedad incluyen:
  • Fuertes latidos en el corazón
  • Sudoración
  • Malestar estomacal o mareo
  • Micción frecuente o diarrea
  • Dificultad para respirar
  • Temblores y gesticulaciones automáticas
  • Tensión muscular
  • Dolores de cabeza
  • Fatiga
  • Insomnio
Si sentimos estos síntomas, tanto aquellos desde el punto de vista de emocional como aquellos que son puramente físicos, deberíamos consultar a un profesional de la psicología, preferentemente a un psicólogo, para que pueda evaluar los mismos y efectuar el correspondiente diagnóstico que nos permita atacar el problema desde su inicio y no permitir que la ansiedad crezca o se instale en nosotros de forma definitiva

sábado, 5 de agosto de 2017

¿Tengo un trastorno de ansiedad?



tengo trastorno de ansiedad

En este artículo vamos a ver de una forma rápida como detectar si tengo un trastorno de ansiedad, y en ese caso qué hacer. Para ello, vamos a hacernos unas cuantas preguntas, muy generales , relacionadas con los síntomas de la ansiedad, las cuales nos van a ser de utilidad para detectar el posible trastorno. Y es que no es cuestión baladí la de reconocer un trastorno de ansiedad cuando este empieza a acosarnos. Los síntomas de la ansiedad son dispersos, deslabazados y diferentes si se trata de una u otra persona, por lo que resulta complejo reconocerlos e identificarlos con un cuadro de ansiedad, si no se es un profesional de la psicología.

Muchas personas no están seguras de que sus síntomas sean los de un trastorno de ansiedad o no, no están seguras de si tienen ansiedad, estrés, u otro tipo de trastorno, o simplemente se trata de una reacción normal del cuerpo.

Para ver si los síntomas corresponden a un trastorno de ansiedad, podemos hacernos una serie de preguntas. Lealas con calma y responda honestamente a lo que se le pregunta, de acuerdo con las diferentes circunstancias y actividades cotidianas que transcurran en su vida. Si usted se identifica con varios de los siguientes signos y síntomas, y estos no desaparecen, usted podría estar sufriendo de un trastorno de ansiedad:

  • ¿Está usted contibuamente tenso, preocupado o se siente en el filo de la navaja, al límite?
  • ¿Este sentimiento interfiere con tu trabajo, estudios o responsabilidades familiares?
  • ¿Vive atormentado por miedos que en la maypría de los casos son irracionales, pero no consigue evitarlos de ninguna de las maneras?
  • ¿Cree usted que algo malo va a pasarle si ciertas cosas no se hacen una determinada manera, y se siente angustiado cuando no las hace o se hacen de otra?
  • ¿Evita sistemáticamente ssituaciones cotidianas o actividades normales, que todo el mundo realiza con normalidad, porque a usted le causan angustia?
  • ¿Tiene ataques de pánico súbitos, inesperados, inmotivados?
  • ¿Se siente habitualmente en peligro, como si una catástrofe le acechara a la vuelta de cada esquina?

Como puede ver, se trata de preguntas muy generales y fáciles de responder con un sí o un no. Si ha respondido afirmativamente a alguna de estas preguntas, es posible que se enfrente a un trastorno de ansiedad. Debería consultar con un profesional adecuado de la psicología , ya que los trastornos de ansiedad pueden ser tratados y reconducidos, incluso sin pastillas ni medicamentos.

miércoles, 2 de agosto de 2017

Comprendiendo los trastornos de ansiedad


Para combatir a tu enemigo, debes aprender a concocerlo primero. En este artículo te vamos a explicar por qué aparece la ansiedad, en qué consiste, para que puedas saber y reconocer el mal que te aqueja y por qué se produce para que puedas empezar a conmbatirla.

Una vez que entiendas tu trastorno de ansiedad, todo será más fácil, conociéndola verás que hay pasos que puedes dar para reducir los síntomas y recuperar el control de tu vida.

En primer lugar debemos tener en cuenta que la ansiedad es una respuesta natural del cuerpo humano al peligro, una alarma automática que se enciende en cuanto nos sentimos amenazados, bajo presión, o nos enfrentamos a una situación estresante.

Esto significa que es una reacción positiva de nuestro cuerpo, que nos protege del peligro. Si se presentara siempre con moderación, la ansiedad no siempre tendría por qué ser algo negativo. Muy al contrario, la ansiedad puede ayudarte a permanecer alerta y enfocado, te estimula a la acción y te motiva a resolver problemas.

El problema viene cuando la ansiedad es constante y abrumadora, cuando interfiere con tus actividades y relaciones; en ese instante deja de ser una reacción operativa, funcional, deja de ser positiva para nosotros; entonces es cuando cruzas la línea de la ansiedad normal y productiva para adentrarte peligrosamente en el territorio de los trastornos de ansiedad.

Así pues, lo primero que debemos tener en cuenta es que es normal sentirse ansioso cuando uno se enfrenta una situación desafiante, como puede ser por ejemplo una entrevista de trabajo, un examen difícil o una cita a ciegas. Pero en el momento en el que tus preocupaciones y temores parecen abrumadoras e interfieran con su vida diaria, existe una probabilidad real de que estés sufriendo un trastorno de ansiedad.

Existen muchos tipos diferentes de trastornos de ansiedad y muchos tratamientos eficaces y estrategias de autoayuda que pueden resultarte de utilidad, pero para ello, para que realmente estos tratamientos nos sean útiles, antes debemos comprender que esta es la base del problema: convertimos una reacción normal y positiva del cuerpo en una reacción exagerada, perniciosa y prolongada en el tiempo.

Por lo tanto, nuestros esfuerzos deben encaminarse, no a no sentir ansiedad, sino mantenerla acotada en un estadio normal, similar al de todas las personas, y saber cortar los síntomas antes de que estos crezcan de una forma controlada y exagerada.

A eso te enseña nuestra psicóloga y por ello ha desarrollado su método para combatir la ansiedad.

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