El enfoque de tratamiento específico depende del tipo de trastorno de ansiedad y su gravedad. Hay muchos enfoques diferentes y casi todos ellos son válidos y eficaces. Pero en general, la mayoría de los psicólogos tratan la ansiedad con psicoterapia, en muchos casos de enfoque cognitivo-conductual y sobre todo conductual
Terapia para trastornos de ansiedad
Los trastornos de ansiedad responden muy bien a la terapia y a menudo en un período relativamente corto de tiempo. Los siguientes tipos de terapia pueden ayudar con asuntos tales como ataques de pánico, ansiedad generalizada y fobias:
Terapia cognitivo-conductual: se centra en los pensamientos, o cogniciones, además de comportamientos. En el tratamiento de la ansiedad, la terapia cognitivo-conductual nos ayuda a identificar y desafiar los patrones de pensamientos negativos y creencias irracionales que alimentan nuestra ansiedad.
Terapia de exposición: para el tratamiento del trastorno de ansiedad, especialmente para el caso de fobias o ataques de pánico, este tipo de terapia nos anima a enfrentarnos a nuestros miedos en un ambiente seguro y controlado. A través de exposiciones repetidas a la causa de nuestros miedos, o a las situaciones que nos turban, ya sea en forma imaginaria o en realidad, vamos obteniendo una mayor sensación de control. Al aprender a afrontar el miedo sin ser dañado, nuestra ansiedad disminuye gradualmente.
Tanto la terapia cognitivo-conductual como la terapia de exposición son distintos tipos de Terapia del Comportamiento, lo que significa que se centran en el comportamiento y no en conflictos psicológicos subyacentes o problemas del pasado. En algunos casos, cuando hay un tema emocional más complejo detrás de nuestra ansiedad, ésta requiere un enfoque de tratamiento diferente. La ansiedad puede ser un nsíntoma de un trauma, y en esos casos pueden ayudar las terapias de corte psicoanalítico que refloten esos traumas originarios de la ansiedad, para acabar con el problema en su raíz.
Medicamentos para trastornos de ansiedad
Un tema espinoso en las terapias contra la ansiedad es el tema de los medicamentos. En los casos en los que la ansiedad es lo suficientemente grave como para interferir con su capacidad de funcionar, el medicamento puede ayudar a aliviar los síntomas. Sin embargo, los ansiolíticos pueden crear hábito y provocar efectos secundarios no deseados, así que puede ser preferible probar otras opciones antes. Muchas personas utilizan medicamentos contra la ansiedad, cuando en realidad el uso de otras estrategias de terapia, ejercicio o de autoayuda funcionan igual de bien o mejor, y con menos efectos secundarios y problemas de seguridad. Es importante sopesar los beneficios y riesgos de la medicación de la ansiedad para tomar una decisión informada.
Por último, es conveniente descartar causas médicas para la ansiedad. A veces, si estamos experimentando muchos de los síntomas de ansiedad física, deberíamos considerar acudir al médico y realizarnos un chequeo. El médico puede comprobar para asegurarse de que la ansiedad no está causada por una condición médica, como un problema de la tiroides, hipoglucemia o asma, o sí es un efecto secundario de otro medicamento que estemos tomando para otra afección.
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